miércoles, 21 de marzo de 2012

3. Bye bye Vietnam

Hay que reconocer que después de haber pedaleado por los países de alrededor, no había mucho nuevo para poner sobre la mesa. Vietnam ha sido como un “Deja vu” , como rebobinarme en el tiempo. Y a pesar de tener zonas muy bonitas no nos ha cautivado. La razón es simple: la avaricia.
La gente de la calle es maja, es gente pacífica y sonriente. Pero en cuanto hay dinero en medio se transforman. En Vietnam el 99% de los comerciantes (tiendas, restaurants, hostales…) tratará de sacar tajada de tí. Hay un decreto no escrito que dice que al turista hay que cobrarle el doble, por lo menos. Y no me parece mal, ya que sigue siendo un país barato. Pero nosotros no podemos competir con los turistas y resulta aburrido y cansino tener que luchar por precios justos todos los días a todas horas. Y cuando no hay trato, se vuelven arrogantes y distantes.
Aún así no todo ha sido lucha en Vietnam. La visita del Abuelo Highlander y el pedaleo con él ha sido la mayor alegría del periplo vietnamita. La visita de un amigo-hermano es siempre un acontecimiento y poder revivir los buenos momentos, una suerte.

La primavera acaba de llegar y con ella se levanta el telón de un inmenso y apasionante país: China.  Hace ya mucho tiempo, demasiado, que el pelotón no siente la majestuosidad de las grandes montañas, aquellas que albergan banderines multicolores y habitantes de piel machacada por la dura vida en las alturas. A ellas nos dirigimos y desde ellas gritaremos al mundo nuestra dicha.
Un abrazo a todos

2. CYCLOTHERAPY!!!!!!!!

Las calles de Hanoi fueron testigos de un momento que llevaba mucho tiempo esperando. El reencuentro con Iñigo, o lo que es lo mismo, el reencuentro de Cyclotherapy. 

Hubo tiempo de sentarse a charlar,
revivir viejas batallitas ciclistas,
relajarse,
y visitar maravillas naturales
Pero lo que realmente fue algo irrepetible fue volver a pedalear juntos. Esta vez Cyclotherapy ha crecido y sigue aquello de que "no hay dos sin tres". Gracias a Karen conseguimos para Iñigo una bici de ensueño para subir hacia el norte. El Abuelo nos acompañaría hasta la misma frontera con China.
El camino va metiéndose poco a poco en la montaña, empezando a ver plantaciones de té compitiendo con el arroz
pero lo que más me gusta es ver esta imagen
En las montañas viven tribus, muy diferentes a la inmensa mayoría Viet.  Sus casas parecen sacadas de un comic de Asterix
y sus mujeres visten coloridas y sofisticadas vestimentas 
Eve y yo entramos en China. Iñigo retorna a casa. A pesar de que han pasado dos años desde que nos separamos en Bangkok estos días han sido como volver en el tiempo y han servido para prometernos nuevos reencuentros. Y serán más largos, de eso no hay duda. Nos despedimos con una comida sencilla,
pero sin probar la especialidad de la casa: perro 
Por los reencuentros. Agur Abuelo

1. Esperando a la primavera

Nuestro aterrizaje en Vietnam ha sido debido a factores externos. Por un lado, nuestra visa australiana expiraba y por otro nuestro siguiente objetivo, China, se teñía de blanco. Demasiado frío para subir montañas. Así que encontrar un vuelo barato a Saigon aceleró la decisión. Ibamos a esperar a la primavera en el país de Ho Chi Minh.  
Un país que al igual que sus vecinos vive sobre dos ruedas y plantando y recogiendo el alimento mágico, el arroz
Sus costas se pueblan de coloridos barcos y curiosas barcas en forma de nuez partida que nutren los mercados de pescado fresco que es recogido cada amanecer...
... desde no se sabe cuándo
El clima es benigno y las vistas, cuando la carretera acaricia el mar, son bellas y relajantes
Los mercados son más limpios que los de sus vecinos del oeste...
... y sus chicas las más presumidas. No importa que la tempertura esté por encima de los 40ºC, ellas se preocuparán de que ningún rayo de sol toque su piel
El paisaje resulta monótono y es muy difícil encontrar edificios históricos. La guerra acabó con la mayoría...
... pero buscando y buscando siempre se encuentra algo que te remonte a épocas pasadas...
...de ciudades prohibidas y emperadores
Pero eso es agua pasada. Hoy en día es un país que vive frenéticamente buscando la manera más rápida de ganar dinero
Y ellos no esperan a la primavera, como hacemos nosotros
Pero Vietnam no es un país que quite el hipo a uno. Aunque es muy popular entre turistas de todo el mundo también es cierto que solo se ven en contados puntos del país. Por la Vietnam profunda no se acerca nadie, y si soy sincero, con acierto.